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jueves, 24 de noviembre de 2011

Prueba superada.

Hola a todos !!!

Nuestro pequeño Correcaminosaurio va creciendo y se está preparando de forma constante y decidida en el arte de la caza. Es por ello que se ha convertido en practicante de Karate.
Pues bien, ayer pasó su primera prueba. El trascendental pase de grado.
Observando la foto podréis comprobar que fue un éxito. Ya tiene el cinturón Blanco-Amarillo.




ENHORABUENA !!!!!!!!

martes, 15 de noviembre de 2011

10000 !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Hola gentes!!!. Hoy seré breve. Conciso. Mejor os lo digo en imágenes. Porque hoy, llevamos ya:

visitas!!!!. Que pierdo el aliento solo de pensar en la de ratos que os habéis entretenido , leyendo o repasando nuestras raptorhistorietas!!!. Así que una vez más, y no me cansaré de repetirlo:


a tod@s. Seguid ahí y nosotros seguiremos aquí.

Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

martes, 8 de noviembre de 2011

Kittysauria´s day!

Eii gentes!!!, que estamos que nos lo quitan de las manos!!!!. Hoy volvemos a entreteneros, recordándoos que hoy, día 8 de noviembre de nuestra era, es el cumple de otro de nuestros biciraptors. Si el pasado día 5 era el de uno de los más longevos (Yayosaurio), hoy es el de una de nuestras más pequeñas compañeras, ni más ni menos que de Kittysauriaaaaaa!!!, (a quien en el mundo Tierra conocen también como Berta):

 



Sólo recordaros también que nuestra crack cumple la friolera de ....:


...añotes.

         










Así que ya lo sabéis, buscadla, y en cuanto la encontréis, siete tironcetes de orejas, y un cántico lo más alto posible:




Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

lunes, 7 de noviembre de 2011

Descubriendo a mi otra familia...

   ¡¡Hola amigos!!,  por aquí asomamos de nuevo nuestra raptorcara.
Hoy, me voy a permitir el lujo (con permiso del resto de camaradas biciraptores) de explicaros en primera persona, la última de mis raptorexperiencias, a la cual ningún otro biciraptor pudo acompañarme. Hace 8 días, me lancé a recorrer los senderos de la ruta conocida por los humanos como Camino de Santiago  (hasta Santiago de Compostela), eso sí, ésta vez, y sin que sirva de precedente, CAMINANDO, sin mi Rockycleta. Fueron 180 kilómetros en apenas 6 días, con etapas realmente durísimas por la duración, distancia, dolores varios y climatología adversa.

Cabe decir que no fui con ningún biciraptor, pero me embarqué en semejante aventura junto a un fabuloso grupo de otras 20 personas más, a cual más loca. De las múltiples variantes para alcanzar nuestra meta, nos decantamos por el recorrido más concurrido, el Camino Francés, pero sin empezar en Francia (estamos locos pero no tanto), sino desde Villafranca del Bierzo (en la provincia de León).

En total, dividimos la historia en 6 etapas, y ahora os cuento 4 raptordetalles de cada una de ellas:


-ETAPA 1:  VILLAFRANCA DEL BIERZO-O´CEBREIRO:
      (30 kilometritos, para empezar ya con tralla de la buena)
Empezamos nuestra caminata a las 7 AM, con luz frontal en nuestras cabezas para iluminar el recorrido, aún nocturno. Los primeros 10 kilómetros son bastante planos y aburridetes, al lado de la carretera, para poco a poco ir entrando en los típicos senderos inter-pueblos. Pasamos, entre otros, por Trabadelo, Vega de Valcarce y Las Herrerías. Eso sí, en los últimos 9 km el tema se complica, debiendo superar un desnivel de casi 800 metros del tirón. El paisaje, se transforma ante nuestros ojos, grandes montañas y un precioso valle con árboles de mil colores típicos de la estación, aparecen ante nuestras retinas.


El grupo, en la subida, se estira, cada cual a su ritmo, llegando las primeras unidades a lo alto del Cebreiro (1333m) con un tiempo aceptable, que fue cambiando rápidamente hasta convertirse en un considerable agüacero. Allí, nuestro autocarero (el "porsiaca"), nos dejó con la boca abierta al regalarnos a cada uno de nosotros, la típica "vieira" peregrina:

Nos alojamos en el albergue municipal, cansados, pero contentos,
habíamos completado el primero de nuestros inolvidables 6 días. Aparecen los primeros dolores, más musculares que articulares, pero una buena sesión de estiramientos dirigida por Víctor, y una no menos buena cena, nos los hacen "casi" olvidar.


-ETAPA 2: O´CEBREIRO-SARRIA:
          (seguimos con 38,3 km....)
La etapa prometía. Más de 38 kilómetros, con una buena parte en bajada. Si hubiese ido con mi Rocky, hubiese disfrutado de lo lindo bajándolos, pero al ir con mis patitas en el suelo, me tocó aguantarme con los dolorcetes que iban apareciendo en las rodillas (como a todos, vamos, jejeje). Volvimos a empezar de noche, pero ésta vez, ... lloviendo. ¡Y no sólo lluvia!, el frío y el viento hicieron acto de presencia, todo juntito, (quién dijo miedo???). Sólo deciros que prácticamente no pudimos ver el Monumento al Peregrino, en el Alto de San Roque (y pequeño, no es). Un sapo atrevido se cruzó en nuestro camino. Saludos de rigor y más camino. Fuimos pasando por el Alto del Pollo (donde repostamos), Hospital, Fonfría, y Pasantes hasta llegar a Triacastela, completamente empapados, y donde aparecieron los primeros indicios de
las temidas "ampollas" en los pies de más de uno. Y las rodillas, que empezaron a  ..... "crepar". Por el camino, no quiero olvidarme, de una amabilísisisisisma señora, que (no recuerdo exactamente dónde) nos obsequió con una sabrosísisisisima "Filloa"  (tipo crepe), que nos entró en el estómago de auténtico escándalo. Reagrupación general, compeeds por doquier, bocadillos, cafés con leche, y  "pá lante". Tiramos dirección SanXil, subiendo una nueva montañita, con la lluvia acompañándonos a ratos. Pasamos por Balsa, Montán y Pintín, antes de llegar al final de etapa, Sarria, donde para más inri, en los últimos metros nos esperaban unas "estupendas e interminables es-ca-le-ri-tas".
Etapa dura, bastante dura, donde tod@s empezamos a notar síntomas de cansancio y dolores varios. La camarada Cris fue la que más los sufrió. Hasta el punto que se vio obligada a abandonar la aventura al finalizar la etapa del día siguiente. Cabe resaltar el también "estupendo" sentido de la distancia que posee alguno de los lugareños con los que nos cruzamos (no sé cómo, pero siempre quedaban ...."sobre 3 kilómetros"). Cenita (con zamburiñas), y a dormir.


-ETAPA 3: SARRIA-PORTOMARIN:
       (supuesta etapa de recuperación...)
Etapa más corta, de unos 23 kilómetros, que nos tomamos de inicio con muuuucha calma (los 5 primeros kilómetros los cumplimos cuando llevamos ya casi 3 horas!!!, paradas incluidas). Pasamos por Barbadelo, Lavandeira, Brea, Morgade y Mercadoiro (cómo entró el bocata de jamón y queso!!), entre otros pueblos y aldeas.

Yo ya notaba más molestias de las que tocarían en mis rodillas, así que decidí hacer paradas cortitas. Se me unieron dos miembros más del grupo, Paula y Alba, pero en Casa Morgade, Paula se quedó a comer con el resto del grupo, así que Alba y yo seguimos camino, nosotros dos y nuestras molestias varias. Por el camino,  fuimos dejando muestras de ánimo a nuestros colegas, en forma de palabras escritas en la tierra mojada... (ver vídeo). Al cabo de unos cuantos kilómetros más, divisamos Portomarin, pero nos quedaba el último "regalito" de la jornada:  teníamos que cruzar un largo puente sobre el río Miño que nos conducía a otras interminables escaleras que subían hasta el pueblo.




Llegamos al albergue cansaditos, y poco a poco fueron llegando el resto de unidades, ducha reconfortante, cenita de rigor (con pulpito, buen caldo gallego y orujo incluidos) y a dormir [eso sí, no todos, porque unos cuantos componentes de la grupeta, se lanzaron a lo que podríamos llamar un  "Lluvia de estrellas (versión peregrinos)", cantando todo tipo de canciones conocidas y por conocer (lastimosamente., no tenemos ningún documento .... SONORO que lo atestigüe...]



-ETAPA 4: PORTOMARIN-MELIDE:
         (38,5 km,  la gran Crepada)
 Ya es la segunda vez que la leéis, esta palabreja, "crepar". Digamos que ésta, y sus diferentes versiones (crepando, crepada, crepy, crepiman,...) fue la tercera palabra más usada en estos días, después de "buen" y de "camino". Proviene, originariamente, de "gripar" (usada cuando los motores de las motos se "rompen"). Pues bien, la adaptamos para nuestros ... males.
La etapa volvió a comenzar de noche, a las 7 AM.  Luces frontales, ausencia de lluvia, división momentánea del grupo con riesgo de pérdida,  momentos de pánico, fallos en el walkie-talkie, reagrupamiento, y subidita constante de inicio. Todo bien. Todo perfecto. Hasta más o menos el kilómetro 6. Ahí de golpe, aparece en mi cadera izquierda un pinchazo de dolor (también conocido como "crepada"). Y se acabó lo bueno. El ritmo continuo desaparece. El dolor aumenta. Llegamos a la primera parada, ya rezagado. En ese momento, ya me he dado de cuenta de que no pinta bien. Decido parar poco para no dejar enfriar la articulación. Me quedan unos 30 km por delante. Café con leche, caña rápida de chocolate, antiinflamatorio, demanda de ayuda a Dani (qué grande eres, brother), y enfilo camino en solitario, con la certeza de que en poco tiempo el grupo me engullirá. Pero eso no pasa. Pasan los kilómetros, pasan los minutos y las horas. El tiempo empeora súbitamente, no llueve, pero el viento sopla de lo lindo (hasta 60-70 km/h). Voy atravesando Gonzar, Previsa, Ligonde, Portos (bonito albergue-bar cerrado el de Portos), Lestedo...

 
El dolor ya se ha extendido a ambas rodillas, y tobillos. Mis bastones (a los que he bautizado ya como "Zipi y Zape"), dejan de ser bastones para convertirse en improvisadas muletas para mi ostensible cojera. Me digo a mi mismo mil veces que debería parar, que el dolor va a más, y mil veces me respondo que "ni en pintura", que "llegaré como sea". Al cabo de un rato muy largo, me encuentro con Paula y Cris, que estaban esperandónos con una más que grata sorpresa: habían comprado un excelente queso de la localidad para deleitarnos el paladar en plena marcha. Reparador (chapeau!!!). Paro apenas 5 minutos y sigo adelante. El dolor va a más. Es lo que hay. Y el grupo que no me coge, voy lento, así que supongo que van parando más que yo. Me llega alguna noticia que Ona está.... digamos... en pleno proceso inverso a la digestión (trallando, vamos, jejeje). Algún peregrino me acompaña a ratos (gracias allí donde estéis). Después de más de 5 horas en solitario, llego a Palas de Rey, donde decido parar a comer algo caliente: bocadillo de bacon y queso (el mejor de mi vida, o al menos, así me sentó).  Los lugareños me dicen que deberíamos parar allí, que en cuanto se pare el viento por la tarde, nos van a caer "chuzos de punta", que estamos mal de la azotea.... Cuando estoy acabando, aparece el grupo en el camino, dispuestos a hacer su parada culinaria, que en su caso será cortita, porque en el autobús llevamos unos envases de comida rápida. Como tardan poco, se unen a mi marcha Dani y Clara, y proseguimos nuestra aventura.  Vamos pasando por Carballal, San Xulián, Casanova y Leboreiro, y todos vamos literalmente ... CREPADOS.  Llueve todo el santo rato. Madremíacómollueve. "Endavant, noies, Endavant", las palabras d´en Jaume resuenan  en nuestras cabezas. Así que nada, "pá lante" otra vez. Al fin, llegamos a Melide, y al preguntar a otro lugareño sobre cuánto nos queda hasta el albergue,... nos dice textualmente: "gira a la derecha y sobre 500 metros". 500 metros dice. ¡Quedaban unos 2 kilómetros y pico para llegar a destino!. Porque estaba destrozado de dolor, reventado de cansancio y no podía mover más que una de las 2 cejas, que sino vuelvo sobre mis pasos y le digo 4 cosas. Hombreeeee!, por dios, 500 metrillos que nos dijo, ........eso.... ¡¡¡¡no se le puede hacer a un pobre peregrino!!!!. Ayyyyyyynnnnnssssss.

En fin, que llegamos, nos duchamos, esperamos
al resto del pelotón, que poco a poco fueron llegando, unos mejor que otros....
Resumiendo, uno de los peores días de toda mi vida.

Después, y ya que estábamos en la capital mundial del pulpo, fuimos a uno de los establecimientos de más fama de la localidad  a probar sus viandas: ese pulpo, esas zamburiñas, ese bacalao, esa empanada..... Fuerzas nos quedaban pocas, pero la cena ¡¡¡no se perdona!!!.
Orujo de rigor y a dormir, que mañana nos queda el remate final.


-ETAPA 5: MELIDE-LAVACOLLA:
      (40 kilometritos de nada, etapa planera, planera...)
Y por fin, el gran día, la batalla de todas las batallas, afrontábamos nuestra particular maratón. En principio, la etapa era más larga (había que hacer unos 5 kilómetros más, y acabar subiendo a Monte do Gozo, pero los jefes de expedición se apiadaron de nuestras almas y decidieron acabar en Lavacolla). Salimos antes que ningún día, a las 6h30 estábamos caminando (si a desplazarse de la manera que lo hacíamos -en especial yo mismo- se le puede llamar caminar, claro). Habíamos dormido poco. Todo dolía. Todos crepando. Daba igual. Íbamos a llegar. Y para variar, llovía.

 Yo enseguida me quedé rezagado, articulaciones muy frías+dolor constante+bajada de inicio=, caída de ritmo. Dani y Álex me esperaron (qué grande éste hombre, qué tío, siempre con su inseparable cámara a cuestas). Sube-baja, sube-baja constante. Al cabo de un rato, alcanzamos al grupo, y se forma un primer pelotón de lisiados: Gemma y yo nos aguantamos nuestras penas, a ver quién estaba peor. Jaume se nos une por solidaridad. Pasamos Castañeda, Ribadiso da Baxo y llegamos a Arzúa.

Parada para desayunar, y el pelotón que se amplía. Alba y Laia se nos unen, a cual peor. Y así, el grupo de los cojos, vamos avanzando con ritmo cansino, crepada tras crepada, con capelinas, polainas y bastones.
De Arzúa, vamos hacia Preguntoño, A peroxa, -rodeados de eucaliptus-, Calzada, Calle, Salceda, y llegamos, después de mucho rato a Brea. Allí, paramos en un peculiar bar, La Casa Verde se llamaba
Entramos en él, y nos encontramos que todas sus paradas y techo estaban completamente llenas de firmas y dedicatorias de los peregrinos que por allí habían ido pasando. Colapsamos a la pobre señora. Casi 20 bocadillos tuvo que hacernos en poco tiempo. Allí mismo, el camarada Dani, montó un minihospital de urgencia para atender (vía intramuscular) a varias de las lisiadas. Un primer grupo emprendimos la marcha (los lisiados), a los que se nos unieron otras unidades (Dani, Clara, Txell, Sara...). Luego me enteré que buena parte del grupo que se quedó en el bar, estuvieron cantando canciones, tocando la guitarra, y dejando su firma en el techo del establecimiento. Santa paciencia la de la señora, jejeje. Y seguía lloviendo. Dani, Clara y Txell enseguida nos dejaron atrás, y nos quedamos un buen rato Laia y yo, cojitos los 2. La de tonterías que llegamos a decir en esos momentos de dolor delirante. Pero había que seguir adelante como fuera.
Luego se nos volvieron a unir Alba y Gemma, y así seguimos hasta que llegamos a O Empalme. Allí, tuvimos un pequeño despiste que nos obligó a hacer 1 kilómetro extra, justo en un momento de dolor bastante álgido. Casi tiro mis bastones. Mentira, literalmente, los tiré  (pobres Zipi y Zape). De la mezcla de rabia y desesperación que me entró, empecé a caminar algo más rápido, hasta que cuando me quise dar cuenta, me había quedado solo. Así que, no me quedaba más remedio que seguir. Y lo que son las cosas, al acelerar el ritmo, el dolor disminuyó levemente, así que seguí adelante. Al cabo de un rato laaaargo, largo, vi de lejos a Dani, Clara y Txell. Éstas 2 últimas habían crepado del todo. O casi. Y aún nos quedaban unos 8 km para acabar la etapa. Bajamos notablemente el ritmo, hasta que nos encontramos al autobús, y Cris con sus bebidas energéticas esperándonos. Pero aún quedaba lo peor. Y lo desconocíamos. (recordad lo de etapa planera, planera...). De repente el camino se empinó, pues tranquilamente fueron cerca de 2 kilómetros de subida continua. Txell y Clara iban ya medio derrotadas. Y a Dani y a mi no se nos ocurrió nada mejor que.... empezar a contar ¡chistes malos y adivinanzas!. Todo valía. A la vez, Álex que me llama, quería llegar donde estábamos nosotros. ¡¡¡Pero él estaba unos 2,5 kilómetros por detrás!!!!.  Pero se puso a tirar como un condenado, cámara de vídeo de 3 kg a cuestas. Y me iba informando por el camino:  "se acerca el coco",  "km 12,5",  "km 11,5",  y yo,.... picándole:   "que no nos pillas",  "que no tienes lo que tienes que tener". Hasta que entrando en Sanpaio, nos alcanzó. Qué tío, incombustible. Habíamos dejado atrás el aeropuerto, la valla de los peregrinos toda repleta de cruces, y parecía que ya habíamos llegado. Craso error. Se hizo de noche. Y nos quedaban 2 kilómetros más, con alguna subidita, digamos, curiosa. Txell y Clara, creyeron morir. Pero aguantaron, vaya si aguantaron, al ritmo de mi abuela cuando sube escaleras, pero aguantaron, y llegaron al final.



Más de una lágrima (y de dos), se soltaron en esta etapa (y en las anteriores), pero se llegó. Y todos fuimos llegando, unos ayudados por los otros, los otros ayudados por los unos. Se consiguió. 40 kilómetros después, y siendo ya cerca de las 10 de la noche cuando entró la última, todos estábamos en el hostal, esperando nuestra ducha reparadora, nuestras curas de urgencia, nuestra cena calentita. Unos días inolvidables (para lo bueno y para lo malo).


-ETAPA 6: LAVACOLLA-SANTIAGO:
       (11 km, objetivo cumplido)
Cansados, doloridos,  pero contentos, esa era la sensación que se respiraba cuando iniciamos la última marcha de nuestra aventura. Y por un día, por ser el último día, no llovía. Ligera niebla, nada más. A las 7 empezamos a caminar: Lavacolla, Villamaior, subida empinada a Monte do Gozo y bajada por San Marcos hasta Santiago, llegando a la Plaza del Obradoiro antes de las 10 de la mañana. Quien más quien menos, inundamos nuestros ojos. Habíamos llegado, y estábamos todos allí (se te echó de menos, Víctor!!). Nos habíamos superado a nosotros mismos, a nuestros dolores, y nos habíamos conocido un poco más. Habíamos formado una pequeña familia. Mi otra familia:

[Txell, Clara, Sara. Laia, Cris, Clara, Irene, Marga, Paula, Ona, Alba, Andrea, Thais, Gemma, Àlex, Víctor, Beth, Dani, Anna, Jaume.]


Luego, el protocolo, visitas a éste, visitas al otro, misa del peregrino con sus cantos religiosos correspondientes....., recogida de la compostelana, abrazo al santo, comida, ducha, y descanso final.

Os dejo un vídeofotográfico-resumen de aquellos días, poned los altavoces en modo ON, y disfrutadlo (o sufridlo, jejeje):




Salud y buen camino!!!



Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
                        (grito típico del biciraptor)







sábado, 5 de noviembre de 2011

Felicidades Yayosaurio!!!!!

Pues eso, que empezamos la tanda de raptorcumpleaños de final de cada año. Y uno de los primeros es uno de los más antiguos miemnros de nuestra dinastía, en concreto, se trata de YAYOSAURIO, que cumple la friolera de 73 añicos!!!.


Así que ya lo sabéis, en cuanto lo veáis, lo oláis, lo sintáis, lo escuchéis, lo oteéis, lo diviséis en el horizonte, lo atisbéis o lo vislumbréis, a gritos, os quiero escuchar gritándole desde donde estéis:

Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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